Bastó que Ricardo Anaya, excandidato presidencial, reapareciera en redes sociales para que experto, columnistas y conocedores del radiopasillo de la política partidista comenzaran a revisar sus posibilidades a corto y mediano plazo en el ámbito público. La aduana más cercana es la elección de 2021, no solo en el ámbito federal sino también local: hay quienes lo ven buscando obtener su curul como diputado en San Lázaro o postulándose para un cargo no menor como sería gobernador de Querétaro. Esos podrían ser sus caminos tras quedar libre de culpa.

Para los analistas era crucial limpiar su nombre y dejar de lado cualquier suspicacia; por ello es un punto de inflexión lo que determinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: la existencia del uso parcial de recursos públicos por parte de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) al difundir un video en el contexto del proceso electoral federal 2017-2018.

Ante estas nuevas circunstancias comienza a valorarse el que haya estado ausente en estos meses, luego de su derrota electoral en julio de 2018; según declaraciones de personas cercanas al exaspirante presidencial, el golpe electoral que recibió fue tan grande que Anaya no quería saber nada más de la política nacional pues vivió uno de los peores escenarios al quedar 30 puntos atrás de Andrés Manuel López Obrador. Quienes fueron sus adversarios al interior de Acción Nacional celebran su alejamiento.

Pero otros advierten que su “autoexilio” ha contribuido a la falta de liderazgos en el PAN lo que se suma al accidente aéreo que le costó la vida a Rafael Moreno Valle: esto ha generado un vacío que afecta las posibilidades de esa fuerza política para retomar una ruta de triunfo o incluso de oposición inteligente.

Por ello no es nada descabellado que se plantee en un inicio que Ricardo Anaya se sume a la listas de candidatos al Congreso para la elección intermedia de 2021; un ámbito que conoce claramente y en el que podría hacer oír su voz, más aún si la cámara baja tiene una recomposición, que es la apuesta principal de los ahora partidos de oposición.

La otra vía es obtener la postulación como candidato a gobernador de su estado natal Querétaro; ese estado, junto con Puebla y Guanajuato son los bastiones más importantes del partido blanquiazul y por supuesto apostarán a mantenerlo en las urnas. Necesitado de construir figuras locales que pueden trascender a lo nacional, un Ricardo Anaya gobernador bien puede conseguir ese objetivo.

Ahora bien, ambos caminos requieren pavimentarse y librar una serie de obstáculos siendo los más difíciles al interior de su partido. Es muy probable que haya presiones hacia el CEN panista para que no le abran espacio a Ricardo Anaya en ninguna de las dos alternativas. Debemos recordar que puede convocarse a una elección interna a fin de años, por lo que si sus adversarios toman el control de la dirigencia nacional, su regreso podría retrasarse por lo menos tres años más.

Con información de Político MX.